jueves, 20 de febrero de 2020

La plenitud de la revelación. tema 5

Dios envía a su Hijo al mundo. Así es, Jesús se encarna de una Virgen, una joven de una aldea, de Nazaret, que en el siglo I formaba parte de una provincia del Imperio  Romano.
vamos a adentrarnos en el País de Jesús.


a)Cómo es el país de Jesús.

Recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas y proclamando el Evangelio del Reino, curando las enfermedades y dolencias del pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curaba. Y le seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordanía” (Mt 4,23-25).

Palestina, que significa “tierra de los filisteos“, ha recibido diversos nombres a lo largo de la historia: Canaán, Israel, Judea, Tierra Santa…
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b)Las provincias del país de Jesús.  
Galilea
Es una región montañosa, al norte de Palestina, con una fértil llanura bordeando el mar de Genesaret. En su parte montañosa están las poblaciones de Naín, Nazaret y Caná. La llanura del mar de Genesaret era abundante en cereales, fruta, olivos y vid, así como en pesca y derivados. Allí estaban las ciudades de Cafarnaún, Corozaín y Betsaida.
De Galilea era originario Jesús y en Nazaret vivió hasta el comienzo de su vida pública. De ahí que el lenguaje de Jesús esté plagado de comparaciones agrícolas y pesqueras. También gran parte de sus discípulos eran de esta región. En Cafarnaún Pedro tenía su casa, en ella descansaba el Señor a menudo, después de sus viajes recorriendo todas las aldeas.
Por haberse fusionado la población con extranjeros, no judíos de religión, los galileos no eran bien vistos por los judíos fervientes, que llamaban a la región “Galilea de los gentiles”, algo así como “el distrito de los ateos”.
Samaría:
Está situada entre Galilea y Judea. Es fértil y con alto nivel urbano. Sus habitantes nunca fueron auténticamente judíos de religión, ya que muchos de ellos descendían de colonos extranjeros.
Los samaritanos eran seguidores de la Ley: admitían sólo el Pentateuco, rechazaban el resto de los libros del Antiguo Testamento y no reconocían a Jerusalén como centro religioso. Ellos tienen su templo en el monte Garizín, en Síquén. Entre ellos y los judíos existía un odio mutuo.
Ciudades importantes eran Samaría, Siquén 
Judea:
Es la región sur de Palestina, la más extensa y la más despoblada y pobre. La ciudad principal de Judea es Jerusalén. Su importancia es, en primer lugar, religiosa: allí está el único templo judío del mundo, al que todos deben peregrinar. A este motivo hay que añadirle su importancia política, ya que es la sede del sanedrín, cuya competencia se extiende a todos los judíos del mundo. Los dos motivos anteriores producían un tercero: su importancia económica. La gran afluencia de peregrinos la hacía centro de grandes negocios monetarios, de banqueros, recaudadores de impuestos, mercaderes de esclavos y de ganado.
Otras ciudades importantes de Judea son Hebrón, Belén, Emaús, Betania y Jericó (la ciudad residencial de los sacerdotes de Jerusalén).

c) La sociedad
“Uno de aquellos días, mientras enseñaba al pueblo en el templo anunciándoles el Evangelio, se presentaron los sumos sacerdotes y los escribas con los ancianos…” (Lc 20,1)
” … Le enviaron unos fariseos y partidarios de Herodes, para cazarlo con una pregun ta…” (Mc 12,13)
“…Se le acercaron unos saduceos, de los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron…” (Mc 12,18)
Sumo Sacerdote 
Era el responsable máximo del templo y presidente del Sanedrín. Gozaba de una gran dignidad y una situación económica confortable. Pertenecía al partido saduceo y era colaboracionista con el poder romano. Su cargo era vitalicio, pero los diversos procuradores nombraban y destituían al sumo sacerdote cuando querían.
Saduceos
Pertenecían a la clase alta del país, aristocracia sacerdotal y grandes propietarios. Políticamente colaboraban con el poder romano, intentando mantener el orden público. Religiosamente eran muy conservadores: se atenían a la Ley antigua, no creían ni en el reino venidero ni en la resurrección.
En Israel el sacerdocio era hereditario y se adquiría por nacer en la tribu de Leví. Unos 7000 sacerdotes se encargaban de atender el templo. En general era gente pobre, vivían de las ofrendas y de oficios que se buscaban por su cuenta. 
Escribas
La mayoría eran laicos. Su misión consistía en explicar y actualizar la Ley en función de los nuevos tiempos y de los problemas que se planteaban.
Fariseos
La palabra “fariseo” significa ” separado”. Eran hombres piadosos que conocían bien la Ley y la cumplían a rajatabla (ayunos, penitencia, oración … ). Ejercían una enorme influencia entre el pueblo, hasta el punto de que los jefes religiosos seguían siempre sus consejos. Pertenecían a una clase media (artesanos, pequeños comerciantes … ). Los fariseos quieren estar separados de los impuros, es decir, de los que no conocen la Ley ni la cumplen. Eran nacionalistas y hostiles a los romanos, pero no usaban la fuerza, sino que esperaban un Mesías que establecería el reino de Dios echando a los romanos del país. Se consideraban el resto de Israel y esperaban en la resurrección de los muertos.
Zelotas
Eran un movimiento extremista y armado. Su nombre significa “celosos de Dios”. Pertenecían a las capas más pobres del pueblo (agricultores, jornaleros, pescadores de Galilea…). No se enfrentaban directamente con el ejército romano, sino que organizaban revueltas y asesinatos aprovechando las reuniones masivas. Solían esconderse en cuevas de Galilea y contaban con el apoyo de las clases populares. Entre los seguidores de Jesús había antiguos zelotas: Simón, el zelota, Judas Iscariote…
Esenios 
Eran una especie de monjes que vivían en comunidad a orillas del mar Muerto, en Qumrán. Esperaban la venida de dos mesías, uno político y otro religioso, que restablecerían la justicia, el final del pecado y la restauración del imperio de Israel.
Pueblo
Era la clase social inferior, la plebe, compuesta fundamentalmente por habitantes del campo, muchas veces descendientes de extranjeros, que no conocían la Ley más que en lo fundamental y ni siquiera eso cumplían. Pertenecían a este grupo los jornaleros, curtidores, carniceros, pastores y todos aquellos cuyos oficios eran considerados impuros. Era la gran masa del país.
Mujeres
La mujer no tenía los mismos derechos civiles ni religiosos que el hombre. Una mujer dependía totalmente de su padre hasta la edad de 12 años. A esta edad, se celebraban normalmente los desposorios, y un año después tenía lugar el matrimonio. A partir de entonces la mujer pasaba a depender totalmente del marido. Éste podía divorciarse; la mujer, no. En el templo, la mujer no podía pasar del atrio reservado a los gentiles y a las mujeres. En el culto de la sinagoga no jugaba papel alguno. Solamente se limitaba a escuchar. En los juicios su testimonio no valía. En resumen, la mujer estaba considerada como menor de edad y una posesión del hombre.
Marginados
En la sociedad palestina había grandes grupos marginados por distintas causas: religiosas, morales o racistas.
– Los publicanos eran marginados porque cobraban, por arriendo de los romanos, los tributos sobre las mercancías importadas. Para que les quedara algo de ganancia tenían que cobrar algo más del tributo. Cometían muchos abusos, y el pueblo en general los odiaba y los tenía por ladrones.
– Algunos enfermos, sobre todo de la piel, leprosos y, de afecciones mentales o nerviosas, endemoniados se veían apartados de toda vida social, incluso de la religiosa. Los minusválidos (cojos, ciegos, paralíticos … ), frecuentemente convertidos en mendigos, eran otro tipo de marginados.

– Los gentiles (los que no son judíos) y los pecadores públicos (prostitutas, adúlteras … ) eran discriminados por motivos morales-relígiosos.
ACTIVIDADES
Imprime el mapa y completa qué ocurrió en las localidades señaladas. Para eso, debes leer estas citas del evangelio de San Lucas:
     Capítulo 2, versículos 1-7 y 39 -50
     Capítulo 3, versículos 21-22
     Capítulo 4, versículos 1-13 y 31-37
     Capítulo 7, versículos 11-17 y 38-42
     Capítulo 18, versículos 35-43
     Capítulo 19, versículos 1-10