martes, 24 de marzo de 2015

Cada vez más cerca de la Semana Santa

Estoy a las puertas de una de las semanas más importantes del año. La Semana Santa. Me gusta pensar que las grandes ocasiones, los cumples, las bodas, los aniversarios, etc., se preparan con tiempo, para ir calando paulatinamente el mensaje profundo que esconde ese momento. No querría que fuera menos en esta ocasión. Ya nos los decía Jesús: "se acerca la hora en la que el Hijo del Hombre va a ser entregado". Lo debía tener muy presente, según queda reflejado en los Evangelios, ¡cómo iba a ser de otra manera!. Este año he podido escaparme los dos fines de semana con  mi marido y algunos amigos a dos sitios muy especiales; sobre todo, el primero de ellos: Buenafuente de Sistal.

Siempre agradeceré a mi buen amigo Enrique el que me diera a conocer este lugar, en cierto modo mágico, donde, a través del silencio y la Liturgia de la Iglesia (al compás de las monjas cistercienses que habitan el monasterio), te adentras en lo más profundo del corazón, donde habita Dios Padre, junto con el Hijo y su Espíritu. El nombre es simbólico para mí, acudo a él como va el sediento a la fuente...

Escribo esto porque a estas altura de curso, sólo he podido trabajar este tema en 1º dela E.S.O. Los demás estamos con otras temáticas. Quizá, quien lo lea, verá  qué modos y maneras encuentra  para prepararse un poco por dentro: quién con las procesiones, aprovechando para confesaros (un lujo en los tiempos que corren, ...), o bien participar en los Oficios que son, en algunos sitios, preciosos... Da tiempo de todo, también para ir por ahí con los amigos, al pueblo, a la playa, o al monte...; tenemos la suerte de contar con 10 días libres de cole, ¡biennn!...
Vista de uno de los paseos que pueden recorrerse cerca de Buenafuente
Aquí, uno de los rincones de Buenafuente